
El Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) de Alicante ha acogido este sábado la presentación del retrato Rafael Altamira y Crevea, una obra de Joaquín Sorolla cedida temporalmente por el Museo Nacional del Prado, y que supone la primera pintura del artista valenciano que se incorpora al discurso expositivo de la pinacoteca alicantina. El acto, presidido por Toni Pérez, presidente de la Diputación de Alicante, ha coincidido con el 74 aniversario del fallecimiento del humanista alicantino.
“Este depósito refuerza el homenaje de la Diputación de Alicante a la figura del gran humanista e historiador del que tan orgullosos nos sentimos, tanto por su contribución al mundo de la cultura como por la proyección internacional que ha brindado a la provincia”, ha señalado Pérez, impulsor de esta cesión en colaboración con el director del Prado, Miguel Falomir.
El retrato, fechado en 1886, fue un obsequio de Sorolla a Altamira como símbolo de una amistad que perduraría toda la vida. Según ha explicado Mª José Gadea, técnica del MUBAG, “el pintor se centra en el rostro sobre un fondo neutro, dejando el resto del busto abocetado, con una paleta de tonos oscuros propia de su primera etapa, anterior al luminismo que lo haría célebre”.
La obra podrá contemplarse durante un año en la exposición permanente El siglo XIX. La colección a la luz, inaugurada en 2022 y fruto del programa El Prado Extendido, del que ya forman parte 29 obras, 27 de ellas integradas en el recorrido estable del museo.
Durante la misma jornada se ha celebrado también el acto de regreso de Huérfanos, obra del pintor alcoyano Fernando Cabrera, tras su paso por el taller de restauración del Museo del Prado. La intervención, dirigida por Enrique Quintana, ha recuperado parte del color original de la pintura, permitiendo apreciar detalles que hasta ahora permanecían ocultos.
Al acto han asistido también el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro; representantes institucionales de El Campello; familiares de Rafael Altamira e invitados del ámbito académico como el politólogo José Ferrándiz Lozano.